viernes, 23 de noviembre de 2007

Sombras nada más


-"Qué pendejo ese tipo...", decía Rolando mientras repasaba en su mente una antigua canción de los 40s:

Quisiera abrir lentamente mis venas...
Mi sangre toda vertirla a tus pies...
Para poderte demostrar
que más no puedo amar
Y entonces.... ¡Morir después!
Y sin embargo, tus ojos azules
¡Azul que tiene el cielo y el mar!
Viven cerrados para mí
sin ver que estoy así
perdido en mi soledad.

Sombras... ¡Nada más!
Acariciando mis manos...
Sombras nada más
¡En el temblor de mi voz!
Pude ser feliz
y estoy en vida muriendo
y entre lágrimas viviendo
los pasados más horrendos
¡De este drama sin final!
Sombras... ¡Nada más!
entre tu vida y mi vida...
Sombras... ¡Nada más!
¡Entre tu amor y mi amor!

-Mira que desangrarse hasta morir por una jeva y la tipa ni caso le hace...como que hay gente que vino al mundo nada más que para jalar aire.

Había escogido Montecristi para descansar y escribir las últimas notas y consideraciones sobre el informe de auditoría de una prestigiosa firma internacional que entregaría en tres días. Antes de irse a dormir, decidió pasar por un comedor que queda justo al lado de las Salinas donde un italiano llamado Giuseppe hacía unas pizzas exquisitas. Pepigno il Milanese, como le decían algunos de sus compueblanos que le visitaban y le traían libros y revistas en Italiano.

-Dímelo "Yusepe", "keloké"!?, ponme una especial de vegetales!

Rolando que lo había visto solo una vez antes, lo saluda como si lo conociera de toda una vida.

- Y todos estos niños viejo?
- Son mis hijos los cuatro y se llevan casi un año cada uno.
- Y por qué te casaste por aquí?
- Esa está bien fácil...me enamoré!
- Hey qué bien! ("otro pendejo", como el de la canción, pensó).
- Verás...yo en Italia tenía muchas cosas, incluyendo un empleo de abogado en un reconocido bufette y a veces según el caso ganaba varios miles de dólares al mes, pero conocí a Julissa aquí y en 5 minutos ya su sonrisa era dueña de mi ser. Tú a qué te dedicas?
- Soy auditor contable...
- Y no te has enamorado así, nunca?
- Este...eh, uh, ah, eeeeeh...claro!!! Pero hace ya unos meses de eso...estoy curado.
- Pues mira, cuando lo que hagas esté manejado por la pasión y el AMOR, entonces te darás cuenta lo que en verdad es VIVIR!
- Giuseppe, deja de hablar plepla y sirveme la Pizza, que me tengo que ir a examinar unos documentos...es más, ponmela para llevar!

Al día siguiente, al notar que Rolando no salía a desayunar ni a comer, decidieron abrir su habitación, y lo encontraron escribiendo en las paredes, lentamente pero sin parar su nombre y el de la niña de la cual se enamoró en tercero de primaria, su último gran amor.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

No te has ido y ya me haces falta...


Allí estaba altiva como un obelisco la erección que de nuevo me visitaba, tras 5 años de espera. A mis 80 y tantos años, pensaba que no la vería jamás. Salí corriendo a buscar a mi mujer y al entrar despacito a la habitación oscura para sorprenderla, oí sus gemidos suaves y profundos, igual que cada vez que hacíamos el amor. En la penumbra, un joven alto se balanceaba vigorosamente sobre ella mientras besaba sus pechos, mordía su boca y recorría su piel con las manos. Sin nada que decir, hundí mi cabeza entre mis manos en una esquina del cuarto y tras media hora de sufrir en vivo decidí hacerles saber que estaba allí, presenciando cómo me robaron mis 3 minutos de erección, mis 180 segundos de fama geriátrica coñazo!!!
Prendí la luz y pude ver estupefacto a mi mujer en la cama...conmigo, pero 50 años atrás. Acababa de tener un encuentro con mi memoria.

Sobre el gavetero, estaba un recordatorio algo amarillento con la noticia de su muerte, pues había fallecido hacía 5 años...y sobre la cama, donde acababa de verla hacía 1 minuto conmigo, solo estaban las sábanas blancas donde de nuevo lloré amargamente su partida.