sábado, 11 de octubre de 2008

Cenicienta

2 comentarios:

Rakel Elke dijo...

A la pobre cenicienta no le cayó su zapatito de cristal por esa preciosa escalinata de palacio, esta vez, ella sola, llorando corria cerca de la playa, un pequeño traspies y la oscuridad de la noche hizo que perdiese ese zapatito que después de las 12 se convirtió en lo que era una zapatilla desgastada, del sufrimiento y del trabajo que tenía en su casa, cansada ahora ella vaga solitaria y llorosa por la orilla de la playa, lamentando su vida, la cual no cambiará pues se ha dado cuenta que las hadas no existen, ni los finales felices, no para una humilde trabajadora, cuyas manos asperas y con cayos de trabajar no tendrán la piel suave de una princesa, su vestido desgastado y viejo seguirá siendo así por tiempo, pues los principes no existen, mientras sus preciosos ojos cristalinos y bellos no dejan de llorar pensando lo que es su vida y esta no cambiará...

Saludos desde el Mediterráneo.

Unknown dijo...

Mortal!